Entorno y Actividades
Visita a la Laguna de Gallocanta
En Gallocanta hallamos la mayor laguna de Aragón y una de las más extensas de España. Esta laguna constituye un magnífico lugar de invernada y paso durante las migraciones para multitud de aves migratorias, sobre todo para las grullas. Los bandos de grullas llegan de forma masiva al anochecer, siendo uno de los más impresionantes espectáculos visuales y sonoros de la naturaleza que capta la atención de numerosos visitantes que se acercan a ésta, durante los meses de noviembre a febrero.
La laguna se formó a partir de un proceso de karstificación, que consiste en la disolución del sustrato calizo hasta formar las diferentes cubetas que hoy albergan la Laguna de Gallocanta, así como otras del entorno. El nivel alcanzado por la lámina de agua varía mucho de unos años a otros y también durante las diferentes estaciones. En épocas lluviosas ha llegado a alcanzar profundidades de unos 2 metros, ocupando la lámina de agua una extensión de 8 kilómetros de largo por 2,7 de ancho. Estacionalmente también sufre grandes variaciones llegando a secarse completamente en verano.
Precisamente estos continuos cambios en los niveles de agua, grado de salinidad, etc. hacen que en el entorno de la laguna se desarrollen especies vegetales de alto valor ecológico e interés científico. En las zonas de entrada de agua dulce, donde la salinidad es menor, crecen pastizales y carrizales propios de zonas inundadas y pantanosas. En las orillas salinas, cercanas a la lamina de agua, se desarrollan especies adaptadas a estos medios como la salicornia, que forma los tapices de color rojo que se aprecian bordeando la laguna. Inmediatamente después, conforme nos alejamos del perímetro lagunar, encontramos los prados húmedos que albergan diferentes tipos de plantas, algunas poco vistosas pero muy importantes por estar dentro del catálogo de especies amenazadas como la puccinellia, el lytrium o la scorzonera. Más vistosa es la Orquidea Orchis palustris, propia de ambientes húmedos y pantanosos.